Un recorrido por la parte sur de Baviera (en alemán Bayern) y sus paisajes alpinos, nos descubre los fascinantes palacios y castillos que surgieron de la imaginación de Luis II de Baviera, apodado "El Rey loco" debido a sus excentricidades artísticas.

Dicho Rey, nacido en Nymphenburg (el palacio barroco situado en Munich), fue sucesor de su padre, el rey Maximiliano, manteniendo una estrecha relación con su prima, la emperatriz Elisabeth de Baviera (Sisí). La familia tenía varios miembros afectados de locura, si bien la extravagancia de Luis II, nunca llegó a tal extremo y solo se reflejaba en sus fantasías artísticas.

Comenzamos nuestra ruta por Schongau, pequeña ciudad situada junto al río Lech, donde destaca sobre todo su casco antiguo. Podríamos afirmar que por esta ciudad pasa la denominada "Ruta Romántica" (Romantische Strasse en alemán), antigua ruta comercial que se extendía desde Würzburg hasta los Alpes y que es famosa por sus pintorescos pueblos y castillos. Cerca de aquí se encuentra Rottenbuch, donde podemos visitar la Iglesia de la Natividad de la Virgen, un antiguo monasterio Agustino de estilo rococó. Muy cerca se encuentra Steingaden, con la famosa iglesia de Wies (Wieskirche), edificio de forma oval con un extravagante interior también en estilo rococó.

Desde la Wieskirche llegamos a tierras de monumentales castillos, donde visitaremos la localidad de Füssen, con el castillo alto (Hohen Schloss), el Ayuntamiento y la Reichenstraat (calle comercial), y la localidad de Schwangau, donde se encuentran los superconocidos castillos de Luis II. El primero de los castillos es el Hohenschwangau, donde Maximiliano (padre de Luis II) remodeló esta fortaleza sobre las ruinas de otra construida por los caballeros de Schwangau en el siglo XII. Junto a este, está la joya de esta ruta y de Alemania: el Neuschwanstein o castillo del "Rey Loco", elevado sobre un desfiladero de 200 metros, desde donde se obtienen unas vistas espectaculares de los Alpes y de los lagos Schwansee y Alpsee. El interior también es espectacular, con una teatral decoración. Muy cerca del castillo está el Marienbrücke, un puente a 100 metros de altura, donde se obtienen muy buenas vistas del castillo. Pero las mejores vistas se obtienen desde el teleférico que sube al monte Tegelberg: al subir a bajar con dicho teleférico tendrás las mejores vistas del Castillo, y además en lo alto de esta montaña de 1730 metros, encontrarás un restaurante donde podremos contemplar magníficos paisajes alpinos.

El Castillo de Neuschwanstein, elevado sobre el desfiladero de Pöllat a unos 200 metros, es una construcción de torres y muros que pretendía armonizarse con las montañas y los lagos. Nació de la imaginación de Luis II o "Rey Loco", quien pretendió crear un castillo medieval idealizado, y en nuestra opinión que lo consiguió. Combina fantásticamente varios estilos arquitectónicos, y su interior con multitud de piezas de artesanía, también es espectacular. Es el lugar más fotografiado de Alemania y uno de los destinos turísticos más populares del país.

Conocido a nivel mundial como símbolo de la arquitectura romántica idealizada y por la peculiar historia de su dueño, el Castillo de Neuschwanstein es una maravillosa construcción de ensueño que inspiró al mismísimo Walt Disney para la creación del castillo de la Bella Durmiente. El castillo esta situado al sur de Múnich a unos 120 kilómetros, por lo que resulta un lugar ideal para visitar en una excursión de un día desde la capital bávara.