Por la zona sur de Alicante, pegado a Murcia, se encuentra uno de los territorios más desconocidos de la Comunidad Valenciana: el Vinalopó (sobre todo el Alto y Medio) y el Baix Segura.

Además estas tierras estuvieran marcadas por la producción de la sal: tierras que estuvieron alguna vez bajo el mar, formando parte de antiguas albuferas, depósitos salinos formados en extintos mares de hace más de doscientos millones de años, etc. Recorreremos estas comarcas que deben su nombre a los ríos Vinalopó y Segura. Por La costa también es baja y arenosa, con playas de arenas finas y hermosas formaciones dunares en la zona de La Mata, Guardamar del Segura y Santa Pola, que alberga unos de los primeros puertos pesqueros españoles; y como no la preciosa isla de Tabarca que también visitaremos en la ruta.

Comenzamos nuestra ruta por la localidad de Sax, donde destaca de manera singular el poderoso castillo que preside la colina. Las calles que conducen al castillo son de origen árabe y se adaptan a los desniveles de la pequeña montaña; en su centro, encontraremos la ermita de San Blas, y desde el castillo obtendremos una vista panorámica impresionante. Muy cerca de Sax, se encuentra Salinas, lugar famoso por su laguna y por la imponente sierra con el mismo nombre, con su pico más sobresaliente, con 1.237 metros, que se denomina la Capilla del Fraile. Continuamos nuestra ruta dirección sur en busca del pueblo de Pinoso, donde el camino nos lleva por campos de vid, almendros y algarrobos. Antes de llegar nos encontraremos con dos aldeas, la de Canyades d’en Cirus y la de Úbeda, ejemplos modelo de rincones tranquilos y recoletos. En el casco urbano de Pinoso hay que detenerse en la Torre del Reloj, cuya historia se remonta al año 1887, y su gran particularidad es que se trata de un reloj de cuerda manual.

Nuestro siguiente destino será La Romana, aunque antes es conveniente pararse en Cabeçó de la Sal, donde descubriremos pozos de extracción de sal, arroyos con altas concentraciones de sal y la cueva del Gigante, mina excavada para la extracción de sal gema; en Algueña, donde podemos observar una mina de mármol a cielo abierto de la vecina sierra del Reclot, y en el casco urbano la Iglesia Parroquial de San José del siglo XIX, con sus dos torres gemelas, una que alberga las campanas y la otra un reloj. Ya en La Romana, la localidad se caracteriza por ser un lugar de calles amplias, y ajardinadas, flanqueadas a ambos lados por dos grandes pinadas. Pasando por característicos viñedos de uva embolsada, llegaremos a Aspe, a pies de la sierra de Horna, y con un interesante Patrimonio sobre todo alrededor de su Plaza Mayor. Después de visitar el conservado Castillo del Río y Monforte del Cid, llegamos a una de las joyas de nuestra ruta: Novelda, donde nos encontraremos con multitud de edificios modernistas, y donde además se encuentra el conjunto del Castillo de la Mola y el Santuario de Santa María Magdalena.

Nuestra siguiente visita será la tercera ciudad en población de la Comunidad Valenciana: Elx (o Elche), y capital de la comarca del Baix Vinalopó. La ciudad es conocida por sus grandes iconos: la industria del calzado, la Dama de Elx, El Mister d'Elx (Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad), pero sobre todo por sus miles de palmeras, destacando el Palmeral del Hort del Cura. Por todas estas palmeras (el parque más extenso de Europa de esta clase) fue declarada Patrimonio de la Humanidad en el año 2000. Además de estos iconos, Elx tiene una gran variedad de preciosos edificios y museos que no hay que perderse.

Desde Elx, nos dirigimos hacia Santa Pola, pasando junto al Parque Natural de las Salinas de Santa Pola. La ciudad está dedicada al turismo y a la pesca, destacando el castillo del siglo XIV, el puerto y sus bellas playas con sus torres vigía del siglo XVI.

Tabarca es sin duda uno de los puntos más emblemáticos de la zona, y la isla más grande de la Comunidad Valenciana, así como la única habitada. Se puede visitar desde varios lugares, pero en este caso lo haremos desde el mejor sitio, que es Santa Pola. Es una de las pocas islas del Mediterraneo, que no circula ningún vehículo a motor, y donde destaca la Casa del Gobernador del siglo XVIII reconvertido en hotel, y localizada dentro de un recinto amurallado con puertas de acceso en el único núcleo urbano de la isla llamado Sant Pau o Nueva Tabarca. También sus playas y fondos marinos son impresionantes, una verdadera joya en esta ruta.