Con unos paisajes que cautivaron a Cézanne y Van Goegh, hechizados por las puestas de sol anaranjadas y sus colores azulados con sus flores y olor a lavanda, La “Provence” desde los Alpes hasta el Mediterráneo, es una de las zonas más pintorescas de Francia, y de toda Europa.

Comenzamos nuestra ruta por Avignon, antigua ciudad papal declarada Patrimonio de la Humanidad, y capital del departamento de Vaucluse. En esta ciudad amurallada destaca su Palacio Papal, una de las construcciones góticas más grandes de la Edad Media, el Petit Palace y el puente sobre el río Ródano, conocido como puente de Avignon o de St-Bénézet.

Desde Avignon, como “centro de operaciones” podemos viajar hacia el sur, donde desemboca el Ródano, y visitar las ciudades de Saint Remy de Provence, donde Van Gogh pintó “Campo de trigo con cipreses y Narcisos”, y sobre todo Arles, capital de la Camarga, con un gran anfiteatro romano y donde vivió Van Gogh.

Otra vez desde Avignon, y hacia el Este, visitaremos el departamento de Vaucluse, situada en el centro de la Provenza, donde sus paisajes fueron cruciales en la obra de Van Gogh. Merece la pena visitar también las localidades de Fontaine de Vaucluse, Les Baux de Provence o Gordes.

Antes de llegar hasta Aix-en-Provence, podemos visitar la cordillera de Le Luberon, declarada Parque Nacional y que alberga poblaciones como Lacoste o Bonnieux.

Ya en Aix-en-Provence, ciudad natal del famoso pintor Paul Cézanne, podemos visitar su “atelier”o estudio, el mercado de flores en la plaza del ayuntamiento y la avenida Mirabeau.

Avignon

Antigua ciudad papal, y conocida mundialmente por su festival de teatro y danza callejeros de julio, Avignon, a orillas del Ródano, es una ciudad amurallada donde destaca el Palacio de los Papas (la más grande de las construcciones góticas de la Edad Media), el mueso de pintura medieval del Petit Palais, el museo Lapidaire y el puente de Sant Bénézet o de Avignon. 

En el año 1995, fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

St Remy de Provence

Ciudad conocida porqué Vincent Van Gogh estuve internado en un hospital psiquiátrico (St Paul de Mausole), y aquí pintó obras como “Campo de trigo con cipreses y Narcisos”. También vale la pena un paseo por sus callejuelas y degustar su variada gastronomía.

St Remy de Provence huele por sus cuatro costados a lavanda, hierbaluisa y romero, y el centro de localidad se encuentra los restos de la casa del siglo XV, donde nació Nostradamus (famoso médico considerado uno de los más renombrados autores de profecías y eventos futuros).

Arles

Capital de la Camarga, aquí vivió Van Gogh entre 1888 y 1889, y a pesar de que ya no queda ningún cuadro original del pintor en la oblación, se pueden visitar muchos de los lugares que inmortalizó como “Le Pont de Langlois”, “la Casa Amarilla” o “la Habitación”.

Arlés tiene importantes restos de la época romana y románica, de los que ocho han sido clasificados como Patrimonio de la Humanidad en 1981:

• Las arenas (anfiteatro romano).
• El teatro antiguo (teatro romano).
• Los criptopórticos (galerías subterráneas) y el foro (foro romano).
• Las termas de Constantino (termas romanas).
• Las murallas romanas.
• Les Alyscamps (necrópolis romana).
• La iglesia de San Trófimo (iglesia románica).
• El Muséon Arlaten (exedra romana).

Vaucluse

El departamento de Vaucluse, situado en el centro de la Provenza, fue uno de los lugares cruciales, debido a sus paisajes, de la obra de Van Gogh.

Merece la pena además, detenerse en las poblaciones de Fontaine de Vaucluse (con una de las fuentes naturales más caudalosas del mundo), Les Baux de Provence (calificado como uno de los pueblos más bonitos de Francia) y Gordes (donde sus casas de piedras claras y callejuelas adoquinadas han sido una fuente de inspiración para numerosos pintores)

Aix-en-Provence

Antigua capital de de la región histórica de Provenza, actualmente es una ciudad universitaria, con una de las calles más cosmopolitas de la región llena de restaurantes y bares como la rue de la Verrerie. 

Es además la ciudad natal de Paul Cézanne donde se puede visitar su atelier, que se conserva tal y como era cuando murió el famoso pintor. La Plaza del Ayuntamiento, y sobre todo la avenida de Mirabeau son otras de las visitas indispensables.